Ojalá haya un final feliz entre Ramos y el Real Madrid

La esperada reunión entre Sergio Ramos y Florentino no garantiza un desenlace definitivo hacia uno u otro lado, pero sí que supone un importante avance en el estancamiento que había entre ambas posturas. Ya hemos reiterado aquí varias veces que seguramente el capitán del Madrid hubiera modificado su estrategia de negociación si allá por el mes de diciembre hubiese tenido una bola de cristal. Pero también es verdad que, después de una trayectoria impecable, plagada de éxitos y de conquistas con la camiseta blanca, tampoco se merecía un final endurecido por la desgracia de las lesiones continuas y por su ostracismo tanto en la fase decisiva del Madrid en la temporada como de la Eurocopa que este lunes comienza para España en La Cartuja.

Hablando se entiende la gente y creo que en el fondo buena parte del madridismo prefiere que haya un final feliz, a pesar de que el camino haya estado plagado de espinas. Todos conocemos el orgullo competitivo del camero y seguro que, si se queda finalmente en el Madrid, dará de nuevo su mejor versión con un espíritu de revancha lógico por todo lo que le ha ocurrido en esta temporada para el olvido. Ojalá haya acuerdo y Ramos siga entre nosotros.