Sí, Zidane, te echaremos mucho de menos

Hace 11 días hice esta reflexión convencido de un desenlace que, por desgracia, no ha modificado su guion. Si algo tiene el mago de las tres Champions consecutivas es que jamás va de farol. La otra vez se fue nada más hacer historia con la conquista de la Decimotercera en Kiev. Lo fácil hubiera sido subirse al carro del éxito para pedir un aumento de sueldo y glorificarse. Pero Zidane ha demostrado varias veces en este club que no le mueve el dinero sino el compromiso y el sentimiento. Cuando en mitad del anticiclón ve nubes negras que dudan de su calidad como entrenador, decide apartarse y dar un paso al lado.

Cuando en el pasado mes de enero, tras quedar eliminados de la Supercopa de España y perder en el Di Stéfano contra el Levante se vio discutido fuera y dentro del propio club, Zinedine lo apuntó. Guardó silencio, pero en ese momento tuvo claro que prefería cerrar su segunda etapa en el Madrid, incluso aunque terminase el curso con notable alto o sobresaliente, como así va a ser. Pese a perder la Liga, es absurdo discutir que Zidane ha hecho un pequeño milagro esta temporada con una plantilla limitada y azotada por las lesiones y el Covid, aparte de verse diezmada por las marchas de Odegaard, Jovic y Borja Mayoral.

Zidane se merece un monumento en la Puerta 0 del futuro Bernabéu acabe como acabe esta Liga. Será difícil reemplazarle y seguro que con el paso del tiempo la gente le valorará como merece. Zizou ha sido un regalo para engrosar la leyenda del Real Madrid. Se marcha tras 263 partidos, 11 títulos después y una demostración de señorío y grandeza que será dificil encontrar en otro entrenador. Le vamos a echar mucho de menos.