Columna vertebral mustia

El baño de realidad de Londres ratificó lo que ya se había visto en la ida ante el Chelsea: muchos jugadores del Madrid parecían marchitos ante la frescura de los ingleses. Zidane, aparte del dislate de poner a Vinicius de carrilero por la derecha, apostó todo a su equipo veterano que, mal que bien y a trompicones, le ha llevado otro año donde está ahora mismo. Fue un ejercicio de impotencia porque, más allá de la fortuna en el resultado final, el partido retrató exactamente el momento de la plantilla blanca.

En el once de Stamford Bridge había seis jugadores de campo mayores de 30 años y uno que roza esa edad. Sí, hay otros equipos con jugadores que están en la treintena y que dan un gran nivel, pero ¿siete a la vez…? El despliegue físico y la colocación de los hombres de Tuchel, algo muy importante, agostaron cualquier intento de los madridistas. Arriba nadie se iba de nadie y atrás era imposible ganar una carrera a los veloces jóvenes azules. En definitiva, nos encontramos con que la columna vertebral del equipo es la misma del año 2016, cuando Zidane ganó su primera Champions.

Son los mismos, pero cinco años más viejos. Estos futbolistas siguen siendo muy buenos, pero ya no están en su momento de plenitud ni pueden rendir como lo hacían jugando sin parar. ¿Por qué no se ha llevado a cabo un rejuvenecimiento de la médula espinal del equipo? Han llegado algunos jóvenes, pero el entrenador no ha querido o no ha podido darles la responsabilidad necesaria para ser importantes. Ahora, aunque se gane la Liga, el proceso de renovación es inexcusable...