Tuchel ha hecho del Chelsea el nuevo Bayern

A cualquiera que le hubieran dicho hace cuatro meses que el Chelsea estaría en la final de la Champions, no lo hubiera creído. Pero lo está. Y lo está tras ser tremendamente superior al Madrid en la eliminatoria, tanto en la ida como en la vuelta. También lo fue ante el Atleti en octavos, por cierto, lo que demuestra el dominio actual de la Premier sobre la Liga. La obra de Tuchel, que fue despedido del PSG y hoy es finalista a diferencia de su exequipo, ha tomado forma hasta convertirse en algo muy difícil de superar para los rivales.

El cambio en la portería, el dibujo con tres centrales y sobre todo el tono físico en la temporada postpandemia han sido factores determinantes para ver a este gran Chelsea. Si algo se le puede reprochar es la falta de pegada en ataque, como se ha podido ver en los dos encuentros ante el Madrid. Los fallos de Havertz, Mount y Werner sólo se explican desde la ternura de unos jugadores que aún son jóvenes y tienen margen de mejora en ese aspecto. En Champions se suele pagar esa ineficacia, pero no fue el caso esta vez.

La clasificación del Chelsea es la constatación de que todo buen proyecto necesita de un técnico de primer nivel. No lo tenía el Chelsea con Lampard, a pesar de su ascendencia dentro del club, y pese a gastar 200 millones en fichajes demandaba a alguien que le diera un rumbo y una dirección desde el banquillo. Ese hombre ha sido Tuchel, el verdadero arquitecto de un Chelsea que recuerda en cuerpo y forma al Bayern del pasado curso. También los bávaros cambiaron de técnico a mitad de camino; y ya se sabe cómo acabó aquella historia...