Courtois aterrizó en Madrid en el verano de 2018 con una montaña en la que era muy difícil hacer cumbre. Llegaba para competir con Keylor, leyenda con guantes que había conquistado tres Champions seguidas como titular sin perder una sola eliminatoria. Courtois sufrió en ese primer curso la alargada sombra del 'pura vida', pero desde 2019 fue dueño y señor de una portería que parece hecha a su medida. El belga vino al Madrid para erigirse como mejor portero del Mundo y ya está cerca de ese objetivo. Lo logrará en 24 días si los blancos ganan la 14 en Estambul.

Tibu ha conseguido en estos dos últimos años convertir la portería del Madrid en una coqueta caja de cerillas. El madridismo respira tranquilo cuando llegan balones envenenados hacia la guarida del gigante de Bree. Todavía Timo Werner se pregunta cómo le sacó ese balón a bocajarro en la ida jugada en el Di Stéfano. Eso es lo que hacen los porteros que te ganan títulos. Comerle la moral al enemigo hasta encogerle el gatillo cuando le toca apretarlo. Courtois sufrió las eliminaciones prematuras en Champions con el Ajax y el City. Pero él no tuvo la culpa de que el Madrid estuviese todavía bajo el shock postraumático de la marcha de Cristiano. Ahora, ese asunto está resuelto y superado. Este Madrid de Zidane no tiene miedo a nada ni a nadie. Tibu se merece esta Champions.