Tuchel actuó el sábado como Zidane

Cinco rotaciones. Thomas Tuchel dio descanso a medio equipo en el derbi frente al Fulham, que se disputó pocas horas antes del Real Madrid-Osasuna del Di Stéfano y que era fundamental para que el cuadro blue mantuviera la cuarta plaza en la Premier. Azpilicueta, Rüdiger, Jorginho, Pulisic y Kanté fueron los titulares de la ida que no arrancaron el duelo londinense. Sólo el francés participó jugando los últimos 25 minutos. Hasta se puede decir que el entrenador alemán hizo algo muy similar a lo de Zidane dándole la titularidad a Antonio Blanco: en su caso, el medio centro fue el joven escocés de 19 años Billy Gilmour. Incluso el desenlace se pareció: ganó el Chelsea por 2-0, aunque resolvió el partido mucho antes (en el 49' ya había anotado el segundo). Mason Mount fue sustituido cuando aún quedaba el último cuarto de hora por precaución: se retiró con molestias que no deberían impedirle estar disponible para el duelo de esta noche en Stamford Bridge.

Havertz se reivindica. Si su mal tono de cara al gol ya estaba comprometiendo sus posibilidades de mantenerse como titular, Timo Werner tiene ahora un problema añadido. Kai Havertz, otro de los fichajes millonarios del pasado verano, viene de anotar un doblete en el partido ante el Fulham con dos fantásticos desmarques al espacio. El ex del Leverkusen no es un delantero centro puro y casi siempre en su carrera ha actuado por detrás de un nueve, pero Tuchel lo ha usado ya varias veces como hombre más adelantado. En Valdebebas le vimos 25 minutos; en Londres podría tener más.

Kanté, durante el Madrid-Chelsea de ida en Valdebebas.

También hay estrés por lo que viene. La fatiga acumulada por el calendario comprimido no es el único foco que puede generar en el Chelsea cierta sensación de agotamiento: además de lo que ya ha ocurrido, genera preocupación todo lo que viene por delante. Después de medirse con el Madrid, el conjunto blue tiene dos partidos de Premier League en cuatro días frente al Manchester City y al Arsenal. Tres días después, la final de la FA Cup ante el Leicester. Cuatro después, otro partido contra el Leicester, esta vez de liga. Y termina en el campo del Aston Villa el 23 de mayo. En menos de tres semanas se juega toda la temporada, con tres competiciones aún por resolver y con la sensación de que la pelea por la plaza Champions que persigue puede no decidirse hasta el último día.

Kanté-Modric, la final del Mundial. El choque de Stamford Bridge ofrece una nueva oportunidad de observar un duelo colosal entre dos de los mejores centrocampistas de esta época, que ya se midieron en la final del Mundial 2018 de Rusia entre Francia y Croacia, convertidos en los líderes de las líneas medulares de sus respectivas selecciones nacionales. Nadie duda de que el galo llega más fresco y con una mayor capacidad física que le permitió barrer todo el campo en el compromiso de ida, pero Modric querrá hacer pesar su calidad para cobrarse una venganza particular tras aquella final perdida (Francia se impuso en esa final 4-2). Los dos representan los estilos y las virtudes de sus respectivos equipos: el Chelsea se impulsa a partir de la energía de Kanté y el Real Madrid alcanza su mejor versión cuando el toque de Modric dicta el juego blanco.