Las cosas como son y como a ningún aficionado del Madrid le gustaría que fueran. Los merengues llevan ya 24 partidos de Liga sin ningún penalti a favor. Hay que remontarse al año 1974 para encontrar una racha negativa de tal calibre. Increíble que un equipo tan ofensivo con el peligroso Benzema, el vibrante Asensio o el regateador Vinicius no sean víctimas de las punibles faltas en el área de los adversarios. Zidane no dice nada al respecto porque no tiene alma de Mourinho ni de llorón, pero eso no impide que piense realmente que el Madrid sale perjudicado en muchas ocasiones.

Lo descubrió en sus propias carnes cuando estaba en el banquillo del Castilla y sabe que el trato es todavía peor para el primer equipo. España es un territorio aparte en el tema arbitral. Por ello parece reconfortante jugar partidos decisivos en Europa. Porque, aunque en la ida contra el Liverpool el colegiado no se atrevió a pitar ninguna pena máxima, las grandes aberraciones son bastante menos frecuentes.