El problema. El Madrid de Zidane acumula numerosas bajas en su línea defensiva. A las ausencias de Ramos, Varane y Dani Carvajal, hay que sumar la de Lucas Vázquez, que estaba ofreciendo un rendimiento extraordinario como lateral derecho. Le toca a Zidane decidir la manera de afrontar en cuanto a nombres y estructura ese partido crucial de la vuelta de cuartos de final en Anfield.

El recambio natural. Lo lógico sería tratar de no desnaturalizar a demasiados futbolistas. Me refiero a que el número de jugadores que jueguen en una posición que no es habitualmente la suya sea el menor posible. Por eso, la opción más lógica sea apostar por Álvaro Odriozola en el lateral derecho y mantener a Militao, Nacho y Mendy en sus ubicaciones, donde, además, están mostrando un gran rendimiento en las últimas fechas.

La oportunidad de Odriozola. Las dudas llegan por el poco ritmo de competición, como no puede ser de otra manera, de Odriozola, debido a que el ex de la Real apenas ha contado para el técnico francés, así que es imposible que tenga un buen estado competitivo, físico, de velocidad mental del juego en cuanto a las ejecuciones y de confianza. Pero supongo que cualquiera querría jugar un partido de esta magnitud, incluso a pesar de no estar en tu momento más óptimo. Hay que sacar las fuerzas y la mentalidad de donde sea y demostrar que estás capacitado para estos vuelos.

Las alternativas. Otras opciones más rocambolescas son cambiar a Mendy de perfil (el francés ya ha jugado ahí) y colocar de lateral izquierdo a Marcelo, que estaría emparejado con Salah. Otra opción más sería la de meter al propio Mendy de central en línea de tres junto a Nacho y Militao y tanto Odriozola como Marcelo en los carriles, pero pienso que a nivel táctico contra el Liverpool es más recomendable jugar con tres delanteros para evitar que te defiendan siempre hacia delante y te encierren cerca de Courtois. Una última opción, que creo muy poco probable, es meter a Casemiro de central en defensa de cuatro con Nacho en la derecha. Insisto que lo ideal es que no haya demasiados futbolistas desnaturalizados y eso es tarea difícil teniendo en cuenta la cantidad de bajas existente.