Dos sensatos entre tanto alboroto

Cuando arrecian los tambores del Clásico se pierden los papeles. Es tal la magnitud del enfrentamiento, son tantas cosas las que están en juego y son tantas las frustraciones que se proyectan en los protagonistas para que ellos las solucionen temporalmente en 90 minutos, que es habitual oír comentarios sorprendentes. Los moderados pierden los estribos, los tímidos sacan sapos y culebras por esa boquita e incluso los prudentes alardean sin ningún pudor. Si existiera la aplicación con la opción de borrar las cosas que se han dicho y escrito antes de estos partidos, sería un éxito.

Así que entre tanto alboroto en el que Vinicius es casi Pelé, el Liverpool el Puerta Bonita, los árbitros que eran malos el lunes pasaron a ser nefastos el jueves y el viernes empeoraban su condición para ser ya la muerte peluda, críticas al escenario del partido y desafiantes mensajes por las clás de ambos lados amenazando al rival con goleadas que son más la excepción que la norma, es de agradecer que hayan aparecido dos tipos sensatos. Y no hablo de dos que pasaban por ahí: Zidane y Koeman fueron en sus comparecencias un oasis. El francés elogió al Barça y reconoció que quiere que Messi siga en el Camp Nou y Koeman le dijo a Klopp lo que Zidane por elegancia se calló, votó por la renovación de Ramos y dijo que al Madrid se le ha criticado demasiado. Dos tipos sensatos.