Han pasado 24 horas y he escuchado y leído merecidos elogios a Vinicius, Nacho, Kroos..., pero casi ninguno a Zidane. Y resulta que Zinedine es precisamente el que tiene más mérito de todos. Con los mimbres que maneja, otra vez está dando guerra en el tramo final de la Champions. La gente olvida con frecuencia que ZZ ha estado presente y activo en las cinco últimas Copas de Europa del Real Madrid: tres como entrenador, una como futbolista y otra de segundo entrenador. No hay técnico en activo que mejore el palmarés de Zidane.

Pero aún así, lo que más se escucha de Zinedine es que goza de buena flor. Como si tener baraka fuera un pecado. Ya decía Del Bosque, su maestro, que la suerte es gratis, y que es mejor tenerla que no tenerla. Como el pelo. Pero a mi lo de la flor me hace gracia. Es sabido que en el fútbol una maceta vale para todo: si ganas te tiran el clavel y si pierdes te arrojan el tiesto. A Zidane le tiran más la maceta, pese a que ante el Liverpool cumplió 50 partidos en Champions con un balance de 31 victorias, el mejor de la competición. Por comparar, en el medio centenar de partidos en Copa de Europa dos entrenadores a los que suelen arrojar más flores que tiestos, se quedaron por detrás: Pep Guardiola con 30 victorias y Simeone con 28.

Pero también es verdad que en el Madrid todo se hace de menos. Porque ha tenido suerte y le ha tocado la cenicienta del sorteo, porque el árbitro le ha sido propicio, porque el VAR le resulta favorable e incluso porque ha descansado un día más. He escuchado de todo. Y sin embargo recuerdo que cuando el Barça fue eliminado por el Liverpool fue porque les pillaron a la luna de Valencia en un saque de esquina, error que el Madrid no cometió ante el mismo rival en el estadio Alfredo di Stéfano, ese 'campo de entrenamiento' en el que hace bien poco ganó España a Suiza en el partido que llevó a la Selección a la final de la Liga de Naciones, la competición estrella de la UEFA en la que, por cierto, no estará Alemania, el próximo banquillo de Jürgen Klopp.