La vida da muchas vueltas. En el fútbol, aún más. Y si encima se trata de un jugador joven, todavía se remarca más esta tendencia. Lo está experimentando en sus carnes el valenciano Abel Ruiz, de 21 años. Después de salir del Barcelona y llegar a Portugal, por fin está encontrando un sitio en la élite que en un principio se le negó. Le ha costado, pero ya está aquí.

En su anterior media temporada, aún como cedido, dejó muestras de su calidad, pero está siendo en esta, ya como traspasado, cuando su nombre suena con fuerza en el país vecino. Su estelar actuación ante el Oporto en la vuelta de las semifinales de la Taça ha sido el último impulso en su corta carrera.

Abel hizo dos goles tempraneros con los que el Braga aseguró una meritoria clasificación para la final. Además, venía de anotar otro en la Liga NOS ante Nacional. Es el máximo goleador de la Taça con seis goles y sin duda ese protagonismo le ha llevado a ser tenido en cuenta para ser titular también en la Liga, en la que el Braga pelea por acceder a la Champions.

Salida en un momento difícil

Abel Ruiz siempre fue considerado uno de los delanteros de más proyección en la cantera del Barça y de la Selección. Fue estrella de la Sub-17 campeona de Europa y subcampeona del mundo, al tiempo que escalaba peldaños en el fútbol base de La Masía. Llegó a jugar tres temporadas en el Barça B e incluso debutó con el primer equipo en un partido ante el Getafe que concluyó 2-0. Dejó muy buenas sensaciones ese día, por cierto.

Sin embargo, los terribles problemas económicos del Barça y la falta de una planificación clara con los jóvenes hicieron que acabara saliendo del club mediante una cesión con opción de compra que ejecutó el Braga a cambio de 8 millones. Ahora, el delantero de Almussafes brilla y destaca en un campeonato tan duro como el portugués. Un camino áspero y difícil para un joven que aún está a tiempo de todo, aunque lo haga ya fuera del Barça.