Antes de ir al derbi, mejor hacer memoria

Dicen que el fútbol tiene memoria y que todo lo que sembró el Atlético en la segunda parte ante el Levante lo recogió contra el Villarreal. Con goles, uno, provocado por Savic gracias a su convicción, amor propio y compromiso (cómo me alegra que le pasen cosas buenas) y el otro, por el jugador de mayor talento, João Félix, al que le está costando memorizar los deberes de primero de Cholismo. Casos como Filipe, Arda, Griezmann, Lemar, Carrasco, etcétera, nos hacen albergar la esperanza de que lo consiga, aunque, dicho sea de paso, el del Menino me parece el más difícil de todos.

Claro que, si hacemos un análisis exhaustivo del partido del domingo, y de la memoria del fútbol, tendremos que estar preocupados por la recolecta del derbi. Ante el Submarino los rojiblancos concedieron de nuevo muchas oportunidades y veo dos cosas a tratar. Primero, me preocupa ver exhausto a un Koke sin un descanso que le deberían dar Torreira, Kondogbia y Herrera. El Capi está sufriendo en los últimos partidos, la falta de frescura crea una neblina que dificulta ver el fútbol con claridad. Segundo, seguimos padeciendo por el flanco izquierdo, algo que con la línea de cinco se está convirtiendo en moda. La línea de tres medios no da abasto para ayudar a los carrileros, y el rival busca un butronero por esa zona para hacer un boquete. Aprovechando que Hermoso y Saúl sufren (por lo visto Lodi no convence), uno a campo abierto y otro en el uno contra uno, Emery ubicó al Chukwueze para esa labor.

Esto ya provocó otras veces que el Cholo sacara el 4 a pasear. Si hacemos memoria, pasó con Lucas Vázquez en Valdebebas en la primera vuelta y, ante un rival con la calidad de los blancos, sería mal presagio ver a Simeone en mitad del partido sacar de nuevo la mano con el 4. Ellos suelen castigar con saña cualquier confusión o duda del rival. Es obvio que un partido de tal enjundia son muchos los detalles que pueden decantar el resultado, pero el matiz del cemento en la izquierda se me hace importante para no facilitarle la labor al típico butronero que existe en los 1-4-3-3, que por cierto, es el que más le gusta a Zidane.