La orden de Pellegrini y la revelación 'De Frutos'

Alto rendimiento

La ilusión colectiva que es el fútbol se personifica cada temporada en las caras nuevas que animan LaLiga. Demasiadas veces esas expectativas se evaporan en poco tiempo y no se concretan en nada. No parece que esto vaya a suceder con Jorge de Frutos (24 años). Al extremo del Levante le mueve la verticalidad, el desborde y la determinación. Lo abrumador de su estilo, con gracia y finura en la galopada, se ajusta a la perfección al ecosistema del equipo de la competición que más corre con el balón y el cuarto que más esprínts —carreras a más de 21km/h— realiza por partido. No se va por las ramas y encara la portería rival sin ningún tipo de complejo. Es el jugador que ha participado directamente en más goles tras conducción: tres goles y seis asistencias. Casi nadie le para, él no se para. Contra el Athletic, en la víspera copera, forzó un penalti en una jugada que define esa personalidad futbolística y que redondeó una actuación poderosa con 120 metros de progresiones en conducción. Gusta y rinde. Su productividad es tangible.

La jerarquía

Y por fin el Betis está donde se le espera. La victoria ante el Cádiz es una demostración plena de su evolución. La estabilidad, carácter competitivo y trabajo en grupo figuran ahora como principios señalados de este Betis. Pellegrini ha acabado con las tropelías atrás, ha apretado el bloque —alrededor de 33 metros de profundidad— y ha justificado sus correcciones a través de resultados. La aplicación de Guido Rodríguez y Guardado en la medular y la cercanía de la línea defensiva con Mandi como líder resultan claves. Entre los tres recuperaron 34 balones en el Carranza. Con portería a cero y su potencial ofensivo, el Betis aspira a Europa.

Pellegrini, en el banquillo. / Álvaro Rivero

De regalo en regalo

La realidad en el Valladolid es muy distinta. El coqueteo con los puestos de descenso amenaza su supervivencia y deja a Sergio en un lugar delicado. No le ha servido la mejoría notable de sus dos últimos compromisos frente a Real Madrid y Celta a causa de sus desaciertos en el balón parado (13 goles encajados, incluyendo penaltis). Sergio cambió de portero en Balaídos y matizó la ubicación de la línea para que Roberto tuviera tiempo y espacio para salir en caso de que lo considerase así. Pero ni por esas. Otro marcaje indolente de Bruno, que oposita con Joaquín a ser el central con más errores esta temporada, arrancó el triunfo al Valladolid en el gol de Murillo.

Baluarte

Si el control del área impone la credibilidad de un equipo, Osasuna puede estar más que satisfecho. Intocable para Arrasate a sus 27 años, David García se confirma como uno de los centrales más fiables y expeditivos. Tiene capacidad de anticipación, juego aéreo —seis de siete duelos ganados ante el Alavés— y contundencia, además de una salida de balón de cierto criterio. Es el defensa que más despejes (102) ha completado en LaLiga. Con Aridane forma una pareja segura, que cuenta ya hasta siete partidos sin encajar, decisiva en la reacción rojilla. A Osasuna no le acompañaban los resultados, pero sí el juego. Desde este prisma, con David García como cabecilla de la estructura defensiva, parece un candidato sólido para la permanencia. Unos tanto y otros tan poco.