El Madrid de las lesiones

Atención al siguiente quinteto: Llull, Rudy, Taylor, Randolph y Thomp­kins. Competitivo, ¿verdad? Pues no se trata del cinco de ningún partido, sino de la actual relación de lesionados del Real Madrid. La retirada de Thompkins en el tercer cuarto del duelo contra el Burgos, el pasado sábado, fue la última incorporación a la enfermería blanca, en la que recientemente entran y salen jugadores, sobre todo entran, con exagerada asiduidad. Ricardo González tituló así la información previa de ese choque ACB: ‘Las lesiones azotan al Madrid’. Tan descriptiva como premonitoria. El reportaje documentaba que el equipo de Laso suma 111 partidos de baja en lo que va de temporada, incluidas las ausencias por coronavirus de Causeur y Laprovittola. Y eso sin contar que Campazzo, el timón de la nave, se marchó a la NBA con la temporada ya empezada, sin que haya sido sustituido todavía. Realmente, el único relevo que ha habido durante el curso ha sido la llegada de Tyus por Randolph. Las arcas madridistas no dan ahora para más. Hay otras prioridades en la casa.

El equipo de baloncesto se salva, de momento, por su entrenador, Pablo Laso, cuya ampliación de contrato por dos años se conoció hace cuatro días, que siempre ha sabido mantener el espíritu competitivo a pesar de salidas tan notables como las de Sergio Rodríguez, Doncic o el propio Campazzo. Y también porque dispone de una amplia plantilla, como obliga en estos tiempos la intensidad de la Euroliga. Sin ir más lejos, esta semana hay doble jornada continental, con un delicado viaje a Moscú para encarar al Khimki y al Zenit. Estos mismos jugadores han salido de otros baches, pero estos mismos jugadores, también, son cada vez más veteranos y más propensos a la lesión en un calendario tan exigente. La renovación es inevitable. Aunque para eso, obviamente, hay que fichar.