El Elche comienza a poner en su sitio el desorden de campaña que ha venido protagonizando desde que subió a Primera. Sin pretemporada, sin margen para fichar, sin tiempo para celebrar. Con un sorprendente cambio de entrenador, con la ilusión del recién llegado, con el contraste de protagonizar su mejor inicio de Liga tras un ascenso y con la peor racha de su historia con 16 jornadas consecutivas sin lograr la victoria.

Todo ese contexto, con el permanente matiz, hasta la fecha, de "con dos partidos menos". Esta tarde se recupera el primero. En el Camp Nou, ante el Barça, donde nunca ha ganado. En un estadio en el que se ha malacostumbrado a salir goleado. Sin embargo, el Barcelona llega, si me lo permiten, 'tocado'. Y el Elche, envalentonado. Todo, por dos partidos sin ganar de los de Koeman (PSG y tropiezo ante el Cádiz). Y por un pírrico triunfo en los últimos 17 partidos de los ilicitanos. En el estreno de Escribá ante el Eibar. Por la mínima. Pero qué victoria.

Qué cosas tiene el futbol. Un cambio y un gol han levantado el ánimo de la tropa franjiverde. Escribá hará cambios y reservará alguna pieza, como a Fidel o a Josan, pero hay hambre de hacer historia. Para mantenerse en Primera y para saltar un muro que tarde o temprano toca derribar. Hoy puede ser un gran día. El no ya lo tenemos.