Primer susto de Nadal

Nos habíamos ilusionado tanto con el regreso de la competición oficial, con el final de la cuarentena tenista en Australia y con la presencia de público en las gradas, que casi nos habíamos olvidado del principal problema en la carrera de Rafa Nadal: las lesiones. Su baja en la primera jornada de la ATP Cup vino a recordarnos que el mundo continúa girando en la misma dirección a pesar de la pandemia. Nadal, con dolencias en la parte baja de la espalda, prefirió no saltar a la cancha y se quedó sentado en el banquillo por precaución. En teoría, las molestias no son graves, pero es inevitable pensar cuánto pueden ralentizar su camino al Open de Australia, el objetivo mayor de esta primera parte de la temporada. Habrá que esperar acontecimientos y, como sucede siempre con Rafa, confiar en su recuperación.

La ausencia del balear obligó a correr el escalafón en el equipo. Pablo Carreño heredó el número dos de Roberto Bautista y batió con presteza a John Millman en 77 minutos, por un doble 6-4, mientras que el castellonense tuvo que hacer de Nadal como número uno para remontar a Álex de Miñaur en una dura batalla de 2 horas y 20 minutos, por 4-6, 6-4 y 6-4. El dobles Carreño-Granollers remató la jornada con el 3-0 ante la difícil anfitriona. Hay potencial sin Nadal.

La victoria sobre Australia confirma las palabras previas de Rafa: “Somos un buen equipo”. Y que España, que el año pasado fue subcampeona, aspira a lo máximo en la segunda edición de la ATP Cup, una competición creada por el circuito profesional en oposición a la Copa Davis de Piqué. Para refrescar memorias, este torneo no está reconocido por las federaciones, por eso el capitán no es Sergi Bruguera, sino Pepe Vendrell, y por eso el equipo no puede ser considerado una Selección Nacional, sino un combinado, ni tampoco arrogarse oficialmente símbolos como la bandera y el himno. Explicado esto, el evento es atractivo. Y apetece ganarlo.