Sobre el VAR, Florentino y Piqué

‘El VAR chocó con el tren del Madrid’. Creo que así titulé mi artículo cuando aquel penalti de Rulli a Vinicius que se fue al limbo. Los errores con el Madrid por medio, a favor o en contra, son de siempre la prueba de fuego para los árbitros nuevos, por su trascendencia. Muchos se pierden en el primero y en el mundillo se dice que no eres árbitro hasta que no te atropella el tren del Madrid. Aquella vez Florentino llamó a Rubiales, trascendió, y ahí se evaporó la idea de que el VAR sólo interviniera en errores flagrantes. Empezó a hurgar en detalles minúsculos (véase el penalti que se le pitó a Vinicius el otro día) y pasó de ser un auxilio al árbitro a ser una complicación.

Le atropelló el tren del Madrid, vaya. Aquel fue un penalti que no era fácil de ver, no era una de esas jugadas escandalosas que se pretendía evitar. Desde entonces el VAR trató de hilar fino. Pero, metido en menudencias, cada uno reclama las suyas, que no le parecen tan menudas, y encuentra insignificantes las del otro. Y lo que vino para reparar injusticias graves se convirtió en un aleatorio mamoneo en el que nadie está contento. E igual que siempre se notó distinta severidad en según qué jugadas en los árbitros sobre el campo, les ocurre ahora en la sala VOR. Y son sensibles al qué dirán, sobre todo con el Madrid (como favorecido o como perjudicado) por medio.

Al Madrid le salió cara en el VAR en varias jugadas durante su remontada en el tramo final de LaLiga. Eso fue así. Sus rivales, (Piqué a la cabeza, con su gran puntería para romper farolas con tirachinas), hicieron causa de ello. Ya este curso, Koeman se quejó del penalti a favor del Madrid en el Camp Nou. No le han vuelto a pitar otro y el madridismo se duele hoy de un balance de penaltis muy desfavorable frente a Barça y Atlético, y de lo fino que el VAR hiló el sábado en las jugadas de Militao y Vinicius. Lo que siempre le salía cara, ahora le sale cruz. Sus rivales sembraron y recogen, como entonces Florentino. Siempre se dijo que ‘el que no llora no mama’. Sin VAR y con VAR.