Modric explica a Odegaard el camino

En la cabeza de todos, especialmente en las altas esferas del club, habitaba el pasado verano una idea que se aceptaba como lógica mirando el DNI del croata: "Luka nos ha dado mucho, pero con 35 años esta debería ser su última temporada y por eso Odegaard hará el inevitable relevo". Los que lo comentaban no conocían a Modric en profundidad. Este pequeño genio de Zadar sobrevivió a una guerra civil siendo un niño, se adaptó a la vida de Londres echando de menos el calor mediterráneo y las playas azul turquesa del Adriático que baña su bonito país y, mientras tanto, se dedicó a demostrar junto a un joven Bale que su vigor, empeño y talento se quedaban pequeños dentro de la Premier.

Les recuerdo que hace tres años ganó el Balón de Oro, único que puede presumir de ello en la actual plantilla del Madrid. Pese a eso ha tenido la humildad de ganarse la renovación en el campo, sin abrir la boca en público para quejarse de nada. A base de robar balones (¡más que Casemiro, Varane y Ramos!) se ha jerarquizado todavía más en un vestuario con la piel más fina de lo que parece. Modric se ha ganado el respeto de sus compañeros y del club con hechos, no con palabras. Fue suplente en el Camp Nou y en media hora final dejó boquiabierto a Zidane. Resultado: Odegaard, a Londres. Y Modric, renovado. La vida pone a cada uno en su sitio...