Un Benzema 'glorioso'

Así se responde. Después de dos batacazos tan frustrantes como los sufridos en Málaga y en Alcoy solo había dos caminos. Dejarse llevar y consumar en Vitoria la caída libre del proyecto agarrándose a las bajas de peso (Ramos, Carvajal, Nacho... ¡Y Zidane!) o saltar al césped de Mendizorroza con orgullo, ambición y espíritu de revancha para devolverle a la afición una sonrisa extraviada entre tanta competición perdida de mala manera. Con Bettoni en el banquillo (¡Zizou, mejórate pronto míster!), el vigente campeón de Liga encaró el Centenario del histórico Alavés como si fuera propio. Se adueñó del balón gracias a esa dupla formada por Kroos y Modric, que estando enchufados no tienen a nadie que les haga sombra. Sobre todo Luka, que volvió a jugar con la lámpara de Aladino cosida a sus botas. El pequeño genio croata es el hilo y la aguja de este Madrid que necesita de su clarividencia para encontrar autopistas sin tráfico donde otros solo ven un túnel con mala iluminación. Por ahí empezó a tejerse un triunfo necesario, justo y terapéutico. Esta victoria hacía mucha falta para recuperar la autoestima, el sentido del deber y el poder de intimidación para que el Atleti de Simeone no se piense que va a ganar la Liga en marzo por la rendición incondicional de su vecino. El Madrid debe apretar a los cholitos y estar preparados para echarse sobre la presa el primer día que fallen. ¿Por qué no este mismo domingo ante el Valencia?

Karim 15, Messi 14. Ya saben ustedes que este Alavés centenario tiene el apodo de ‘El Glorioso’. Pues ese apelativo es el que se ha ganado hoy con creces Benzema. Brutal su exhibición en ataque. Puso el 0-2 con un control y un remate imparable para Pacheco, y en el 1-4 hizo un recorte y un remate cruzado para enmarcar. Poco a poco va facturando. Sumar 15 goles en el curso, uno más que Messi y sólo uno menos que el pichichi En Nesyri. El ‘capitán’ va a su ritmo y no podemos pedirle que acumule goles como Lewandowski (el presente) o Haaland (el futuro). Pero sus recursos en ataque y su plasticidad permiten seguir creyendo en su jerarquía en la punta de lanza del equipo. Con partidos como el de Mendizorroza y a sus 33 años, hay Karim para rato...

Brotes belgas. Así es. Por fin Hazard nos dio un 40% de lo que puede llegar a hacer y de lo que hacía a menudo en su exitosa etapa del Chelsea. De momento nos conformamos con un roce con el tacón que se le contabiliza como asistencia a Karim en el 0-2, y con un gol de bonita definición (buen control y espléndido remate con una picadita en el 0-3). En el minuto 62 dejó la contienda para dar minutos de calidad a Vinicius. Ojalá el belga vaya a más y sea por fin determinante ahora que el peligroso Atalanta (¡le metió tres al Milan en San Siro!) empieza a asomar en el horizonte de Europa (el partido de Bérgamo se jugará justo dentro de un mes).

Mucho Alavés. Cierto que no fue el Centenario que habían soñado los vitorianos. Pero también el Madrid se llevó un palo en su Centenario (la final de Copa perdida con el Depor en el Bernabéu) y a los tres meses levantó la Novena en Glasgow. Del Alavés me quedo con aquella inolvidable final de la Copa de la UEFA en 2001 con el Liverpool (les prometo que lloré de rabia con el autogol final de Geli) y con esa afición entusiasta que cuando vuelva a la grada convertirá Mendizorroza en una fiesta. ¡Felicidades babazorros!

A por el doblete. No estoy de broma. Pese a todo, el Madrid está en condiciones de luchar por el título de Liga y a solo siete partidos de levantar la 14. El otro día veía todo perdido, pero hoy creo en un final de curso feliz. Es el fútbol. No hay lógica. Bendita pasión.