Vender a Mbappé, comprar a Mbappé

Siempre hemos pensado que los mejores clubes eran los que más dinero tenían, los que más fichajes de jugadores poderosos podían hacer. Probablemente así fuera. El Madrid era el más laureado porque podía contar con los mejores, igual que el Bayern en Alemania o la Juventus en Italia. Sin embargo, el mercado nos está demostrando últimamente que el dinero no es condición sine qua non para triunfar. Veáse el PSG y el City, fundamentalmente.

El propio Bayern campeón de Europa se alejó un poco de los grandes desfalcos y fichó con cabeza (Davies, Pavard, Süle, Kimmich, Gnabry, Coman...) antes que con el talonario. Como el Liverpool, que conquistó Europa y la Premier gastando el dinero en un portero (Alisson) y un central (Van Dijk) más que en un delantero. Para esa zona utilizó el ingenio y apostó por Mané, Firminó y Salah, jugadores clase B hasta que se cruzaron con Klopp.

La realidad nos dice que mantener plantillas con tantos galácticos es hoy en día una temeridad. Le ha pasado al Barça, acuciado por la crisis tras fichar a Griezmann, Coutinho y Dembélé como respuesta a su rabieta tras la marcha de Neymar al PSG. Los parisinos tiraron la casa por la ventana con el brasileño y no han podido amortizar esa inversión, no al menos en la Champions. Ahora, en plena pandemia que les ha hecho perder 240 millones en un año, se piensan mucho si hacer esfuerzos por mantenerles a él y a Mbappé o vender a uno de ellos.

El ejemplo contrario, quizá el que más sirva, es el Atleti. Año a año se le fueron marchando las estrellas (Forlán, Falcao, Agüero, Griezmann...) y no sólo lo acusó negativamente, sino que con ese dinero ganado fue mejorando la plantilla hasta tener este año la mejor de La Liga, probablemente. Lo que antes suponía un drama, perder a una súperestrella, puede ser ahora mismo un alivio económico y, por qué no, deportivo. En esta tesitura se encuentran ahora el PSG con Mbappé y el Barça con Messi. ¿Qué hacer?