Este año, Zinedine Zidane está rotando muy poco, apenas nada, únicamente cuando la necesidad impera. El técnico francés, a lo largo de su recorrido como entrenador del Real Madrid, se había caracterizado precisamente por todo lo contrario. Le gustaba utilizar todas las piezas y hacer que estas mismas se sientan útiles e importantes. Algo se ha perdido por el camino. Futbolistas como Isco, Marcelo, Mariano, Militao, Odriozola, Vinicius, Valverde y Odegaard, han desaparecido casi completamente de las alineaciones. Si el entrenador no está contando con jugadores de tanto valor y tanta calidad en sus botas, será porque espera mucho más de todos ellos. Es evidente que se trata de un círculo vicioso; si no juegas no puedes demostrar y vas perdiendo ritmo de competición, y cada vez se hace más complicado demostrar cuando te toca jugar. Aun así, el camino es agarrarse a los minutos que te dan como si te fuera la vida en ello, sean los que sean y sean donde sean. Yo, siempre que hay talento, soy optimista en cuanto al hecho de recuperar futbolistas para la causa. Solo queda remar al máximo en la adversidad y esperar a que el viento vuelva a soplar a tu favor en el futuro próximo.