Un fútbol incomparable

En la semana de un Athletic campeón, esta columna pide comenzar en el viejo San Mamés. La sobredosis de partidos y la mezcolanza de torneos nubla el futuro, el presente de la Supercopa es rojiblanco, tiremos paredes con el pasado. Estos días de enero cumple años la inolvidable visita de San Lorenzo a España en 1947, un ciclón de fútbol que dejó un reguero de goles (incluido un 1-6 en Chamartín contra la selección española, solo perdieron un partido de 10: contra el Real Madrid) y una anécdota inolvidable, glosada por Patxo Unzueta. El "Anda, si juegan todos como Panizo" al ver jugar a los cuervos contra el Athletic (3-3) hizo que el juego del interior sestaotarra se percibiese con nuevos ojos.

Es verdad que se escribe por envidia y que se juega (y se juzga: el universo en una letra) al fútbol por comparación. De pequeños, éramos Dani, Quini, Santillana o Marañón en el ataque del recreo; de mayores, vemos a las promesas y las asimilamos a los ídolos que tuvimos. Es nuestra zona de confort futbolera. En aquel año 47 de la gira del equipo del Papa Bergoglio y Viggo Mortensen, quien arrasó en Argentina fue el River de un jovencísimo Di Stéfano y lo que quedaba de La Máquina. Relaño descubrió que Messi diestefanea porque don Alfredo se movía por todo el campo como se lo había visto hacer a su ídolo, uno de los grandes del futbol sudamericano de todos los tiempos, quizá el más olvidado: La Saeta Rubia, futbolista total, como José Manuel Moreno.

"Anda, si se motivan todos como el Athletic", nos gustaría decir a todos los que sufrimos por nuestro equipo, ese (ponga el que prefiera) al que tantas veces le falta el toque de corneta de Villalibre. Pero además de esa envidia eterna por el carácter de los leones, estos días blanquiazules busco comparaciones que racionalicen mi ilusión con el nuevo futbolista de mis desvelos. Hago mi lista de genios bajitos, repaso goles del abuelo Felipe Ribaudo y me indigna que no le valoren como a Riqui Puig mientras veo jugar a Nico Melamed en el Espanyol. Entonces lo veo claro: "Anda, si juega como Solsona". Y canto mi alirón.