Si juega Lucas, por algo será

Me dicen diferentes fuentes que Zinedine Zidane no es incondicional para el palco del Real Madrid. Le consideran un entrenador individualista, que no está alineado con las estrategias del club y que eso perjudica la gestión deportiva de la entidad. Se referirán a que la gran inversión en Jovic haya sido devuelta en rebajas a Alemania o que jugadores que negocian su renovación repitan 11 tras 11 encareciendo sus contratos. De hecho, me dicen que uno de los chistes habituales de Florentino Pérez suele ser el siguiente: "Cuando me asomo al campo y veo a Lucas Vázquez de titular pienso: algo he hecho mal".

Mi opinión es que habría que cambiar a toda la directiva, los ojeadores y los jardineros antes que a Zidane, el mejor entrenador posible para el Real Madrid, capaz de seguir sacando petróleo de una generación exprimida al máximo y con unos refrescos que en otra época estarían ganándose la vuelta al Madrid penando en la Bundesliga. ¿Qué petróleo?, dirán sus críticos. Lejos del líder en Liga, cardiaco en Copa de Europa y derrotado el pasado jueves. Será que tengo demasiados amigos del Atleti porque cuando el equipo pierde, más fanático me siento. La memoria, ese concepto tan infrecuente en el fútbol, me lleva a Carlos Queiroz, Vanderlei Luxemburgo, Pellegrini o el nefasto Mourinho que tenía a Modric de revulsivo, hundió a Casillas y desvalijó las pocas opciones que tenía Kaká de resucitar. Un ramillete de entrenadores de todo tipo que ganaron la mitad de la mitad de la mitad de Zidane, pero más importante, mostraban espectáculos pobres partido tras partido.

Lucas pugna con Muniain por un balón, el jueves.

Si Zidane no confía en Vinicius, Odegaard, Mariano, Jovic y demás por algo será. Yo me fío más de Zidane que del que fichó a Militao y Odriozola. Dirán que es el mismo que trajo a Kroos, Benzema o Casemiro. Y será verdad, pero me fío. Solo le reprocho que no apueste por un mísero canterano, como corresponde a tiempos de crisis, pero ahí también pienso que por algo será. Y que no habrá un Guti, Raúl, Casillas o Carvajal escondido en Valdebebas.