Que Jovic regrese al Eintracht de Frankfurt, el único equipo en el que de verdad pudimos constatar sus cualidades goleadoras, es una buena noticia para todos. Para el chaval, dado que iba a ser ya el tercer delantero centro para Zidane y su papel iba a ser algo más que residual. Para el técnico francés supone un alivio porque así se evita un jugador con malas caras en el vestuario y que además le ha costado mucho integrarse en ese grupo unido y homogéneo en el que tanto cree Zizou. Y para la afición también ya que el bebé vino de nalgas y los seguidores blancos jamás llegaron a conectar con un perfil de futbolista tan frío en su puesta en escena que no supo entender en este año y medio lo que es el ADN del Real Madrid.

Dicho esto, hay que recordar que la operación ha sido ruinosa porque se han dilapidado 60 de los 100 millones que el Madrid recaudó de la Juve por Cristiano en un futbolista que se va con mucha pena y ninguna gloria. Lo que más rabia me da es que por su culpa se tuvo que ir en verano Borja Mayoral, que era un relevo perfecto para Benzema y que en la Roma ya está demostrando su calidad acumulando a estas alturas seis goles y cuatro asistencias. La manía de dudar por sistema de los que salen de La Fábrica se acaba pagando caro. Exactamente, 60 millones de euros…