Emery es mucho más justo y valiente que viejo o experto

Cuando el Villarreal fichó a Emery este verano, en los mentideros se puso en valor, sobre todo, su experiencia para contraponerlo a Calleja. Haber liderado al Sevilla, PSG y Arsenal no es cualquier cosa. Sin embargo, en esa cualidad se englobaba, inconscientemente, más que nada su capacidad de liderazgo, su hambre y la competitividad que le distingue. Pero como si en esa alabanza a su extensa y exitosa carrera se incluyera de serie un pasotismo hacia la cantera e incluso cierto conservadurismo. Ser veterano, ya lo ven, no es ser viejo. Unai es innovador y atrevido como pocos. Desde que llegó a La Cerámica no ha hecho más que tirar de una valentía inesperada. Y si se ha ganado al vestuario, y a esa grada con arresto domiciliario es por justo.

No le ha temblado el pulso con Kubo. No dudó en ir al frente con Mario. Apostó por Pedraza y Moi, que llegaron a salir hace nada cedidos. Confió en Iborra como cinco y se inventó a Foyth, entre dudas (sería mejor Parejo), para sustituirlo. Recuperó a Trigueros. Se ha atrevido con Baena, Yeremy, Fer Niño y Millán, las joyas de la casa, en partidos duros que no eran de relleno. Y hasta le dio su premio a Raba en la Copa. Es imposible haber hecho mejor las cosas. Una derrota en el Camp Nou y este traspiés con el Athletic no emborronan nada. Su Submarino navega viento en popa.