En Sevilla habrá un contexto de partido diferente

Defensa. El Madrid está sufriendo a nivel defensivo en las últimas fechas. Está sufriendo en partidos que tienen ciertos puntos en común en relación a lo que proponen los rivales que está enfrentando. Las dificultades las está encontrando el equipo de Zidane a la hora de atacar bloques organizados cerca de su portero. Problemas para generar situaciones favorables para el centro lateral, que son, sobre todo, las que surgen cuando ganas línea de fondo. Y cuando estas situaciones llegan, aparecen dificultades para encontrar gente en zonas de remate, más allá del delantero.

Juego interior. Pero lo que realmente está faltando es juego interior. Los extremos no se meten por dentro, ni para jugar con su posición, y muy poco en conducción, los volantes suelen jugar mucho tiempo delante de línea, como organizadores y no de enganche entre la media y la delantera. Ese intercambio entre Kroos y Casemiro que se produce en muchas ocasiones a la hora de construir tiene sus ventajas y algún que otro inconveniente. Las ventajas de que el alemán tiene un pie y una visión de juego exquisita para encontrar el mejor pase y que Casemiro puede atacar bien las zonas de remate si se profundiza por banda, y los inconvenientes que, en caso de pérdida, no tienes a tu mejor recuperador en el lugar donde debería robar y que el brasileño tiene que recorrer mucha distancia para recuperar posición cada vez. A esto hay que sumar lo mal que se están defendiendo o evitando las transiciones del oponente en cada pérdida.

Los jugadores del Sevilla entrenándose ayer.

Contexto. Pero en Sevilla habrá un contexto donde el Madrid ha hecho sus mejores partidos; Barcelona, Inter, momentos del Gladbach… Rivales que si quieren la pelota, que no te esperan y que juegan a campo abierto. Ahí los blancos se sienten mucho más cómodos. Tienen herramientas para superar la presión adelantada del rival y cuando esto sucede pueden atacar con tiempo y espacio, donde realmente están generando situaciones. Eso sí, deberá mejorar los registros de robos en campo rival, que son muy pobres. Estas serán algunas de las claves contra un Lopetegui que nunca negocia su estilo juegue contra quien juegue.