Hamilton queda al descubierto

Asumida la baja de Lewis Hamilton para, al menos, la segunda carrera de Bahréin por el contagio de la COVID-19, su sustitución por George Russell se presenta realmente interesante en lo deportivo. La posición hegemónica de los monoplazas de Mercedes resulta incontestable, hasta el punto de que han sido muchos los que han pretendido restar mérito a la sensacional temporada del británico, la que le ha llevado a su séptimo título mundial. Por ejemplo, Max Verstappen, que no se anda por las ramas y fue tajante al respecto: “El 90% de la parrilla ganaría con ese coche”. Lo cierto que el segundo piloto del equipo, Valtteri Bottas, no exhibe la misma autoridad que su compañero, así que algo debe aportar el campeón a esa ecuación triunfal desde hace años.

Russell es considerado por muchos como uno de los jóvenes más talentoso de la parrilla, pese a que las carencias del Williams que ha utilizado durante sus dos campañas en la Fórmula 1 le impidan demostrar su verdadero potencial. Por supuesto que se antoja improbable que replique el rendimiento de Hamilton pero, teniendo en cuenta las circunstancias, su actuación durante el fin de semana en Sakhir será una magnífica referencia sobre cuánto de bueno es ese Mercedes y de qué manera lo eleva a la excelencia su piloto habitual. Descubrir hasta dónde llega el británico y comparar su nivel con el de Bottas permitirá tener una perspectiva tan valiosa como precisa sobre el eterno debate de la influencia en el éxito del hombre y la máquina.