Mis amigos prefieren a Haaland

Tengo varios grupos de WhatsApp, la mayoría muy madridistas y muy activistas. Defienden varias corrientes de opinión sobre Zidane, la actual plantilla, el presidente, posibles bajas y, por supuesto, sobre la política de futuros fichajes. Hasta hace unos meses, la coincidencia era mayoritaria: "Hay que fichar a Mbappé sí o sí". Pero por el camino hemos visto al crack francés defraudar en la final de la Champions ante el Bayern (ni él ni Neymar estuvieron a la altura de la cita) y ello ha coincidido con la explosión definitiva de ese gigante noruego apellidado Haaland. Su amplio repertorio le ha ganado adeptos por tierra, mar y aire.

Ahora, mis amigos han cambiado el discurso: "Tomás, Mbappé es muy bueno y debe venir un día al Madrid, pero primero que Florentino fiche a Haaland". A mí me cuesta dar mi brazo a torcer. Soy un enamorado de Kylian desde que en 2017 llevó al Mónaco a las semifinales de la Champions. Me terminó de enamorar en el Mundial de Rusia, con aquella actuación deslumbrante ante la Argentina de Messi y Mascherano. Pero el tiempo pasa y debo aceptar una realidad incuestionable. Mbappé va a menos (en lo que va de 2020 no ha metido ni un gol en Champions), mientras que Haaland las enchufa de todos los colores. El fútbol es gol. Y el vikingo Haaland parece un Lewandowski 2.0. Amigos, ya me hacéis dudar...