“Si yo fuera Maradona, viviría como él”

“Lo que hacía Diego no se lo vi hacer nunca a nadie”. Esta podría ser una de las frases más repetidas sobre Diego Armando Maradona. Para muchos, el mejor jugador de la historia del fútbol, algo en lo que otros no están de acuerdo. En lo que sí estamos todos de acuerdo es en que la figura del ‘Pelusa’ va más allá de lo futbolístico. Nació en un barrio pobre, en un barrio humilde. Él decía que nació en un barrio ‘privado’, privado de agua y luz. Y a pesar de todo esto, llegó a conseguir lo más difícil que se puede conseguir. ¿El Mundial? No, el cariño de todo un país.

Es difícil de explicar cómo nos sentimos los que no somos de la generación que vio a Maradona en plenitud. Muchos nos dirán que no es entendible esta idealización, que no deberíamos emocionarnos con sus goles o con sus partidos. Les digo que están equivocados. Maradona trascendió fronteras y también generaciones.

Diego cometió errores durante su vida, eso es innegable. Pero quiénes somos nosotros para juzgarlo. Por qué debemos valorar esas acciones y decisiones, si lo que de verdad emocionó a nuestros abuelos y abuelas, a nuestros padres y madres, se vivió adentro de una cancha de fútbol.

Con Diego pasa una cosa: podrán compararlo con cualquiera, pero imitarlo, jamás.

Argentina llora la pérdida del que quizá sea el personaje más importante de su historia. Muchos menospreciarán esto porque “nada más” era un jugador de fútbol. Pero están equivocados. A Maradona no se le juzga por lo que hizo en su vida, se le ama por lo que hizo en las nuestras.

Maradona hubo y habrá uno solo.

Gracias, Diego.

DEP.