Se le conoce como El Profesor y por algo será. Fue un piloto cerebral y quizá por eso su palmarés supera al de otros más talentosos pero también menos inteligentes. Interesantísima la entrevista a Alain Prost que Jesús Balseiro pudo realizar en Portimao, sin la premura ni las interferencias a las que nos están acostumbrando las nuevas relaciones virtuales. El francés realiza un análisis pormenorizado de lo que se puede esperar de ese proyecto de Renault que migra hacia Alpine, marcando una hoja de ruta bien definida y con un mensaje claro para Fernando Alonso y todos quienes deseamos verle de nuevo ganar: paciencia. Nada que no se sepa de antemano, pero viniendo de quien tiene su conocimiento y experiencia la afirmación adquiere un sentido incluso mayor.

No llegarán el año que viene las victorias del asturiano, quizá sí los podios, porque el objetivo está puesto en esa temporada de la esperanza para tantos, la de 2022. Será entonces cuando el reparto de cartas iguale la mano de los jugadores, sobre todo porque dispondrán del mismo dinero para poner sobre la mesa, una ventaja para quienes viven acostumbrados a mover menos fondos en la partida. Así que Prost basa su optimismo en valores quizá menos tangibles que los económicos aunque igualmente valiosos, como la calidad humana, el trabajo en equipo, el aprovechamiento de los recursos, la experiencia y la aportación de uno de los grandes como es Alonso. La próxima temporada será de transición, que no de acomodo, de preparación para que lo mejor empiece a llegar no demasiado tiempo después. Ojalá que acierte en su pronóstico, si toca esperar es mucho mejor hacerlo con esa ilusión.