Suárez y Costa, un experimento ilusionante

Premio a la contundencia lo conseguido por el Atlético en Balaídos, con unos primeros 15 minutos ambiciosos, donde la movilidad de Costa y Suárez daba posibilidades a los poseedores del balón con desmarques a la espalda de los laterales. Así llegó el primer gol, con un movimiento y una dejada maravillosa de Costa a Manu, que aprovechó nuestro demonio de Tasmania Luis Suárez para no fallar en lo que mejor se le da, la definición. Me gustó la idea de, ante tres centrales, meter a los dos tanques arriba. Mención aparte es lo del uruguayo. Mientras no pida el cambio y el resultado sea adverso me parece una pieza que tiene que estar sí o sí. Su voracidad en los últimos metros marca la diferencia.

No me convenció tanto el experimento de Lemar y Correa en los costados, a ambos los vi muy separados de los pivotes, provocando huecos por donde filtraban balones a Mina, Nolito y Aspas. Sólo la aparición de San Oblak hizo que el resultado no fuese de empate al descanso. Apenas sufrió el equipo rojiblanco en el segundo tiempo, imagino que la Cholina en el descanso y los cambios hicieron que se sufriese menos. Los rojiblancos estuvieron más serios y compactos, con un Torreira que tuvo la virtud de no complicarse y dio la sensación de llevar más tiempo. Esperaba que con el cansancio del rival, João y Carrasco frotasen la lámpara para sentenciar el partido. Encuentro práctico el jugado por el Atlético, con experimentos fallidos e ilusionantes para la libreta del Simeone.