Sentir que es un soplo la vida

Ya estamos, ya rueda el balón para todos los equipos. La Liga comienza también para los cuatros primeros clasificados, que empiezan más tarde por haber recorrido en agosto un camino más largo por Europa, con final feliz sólo para el Sevilla. Una novedad más en estos tiempos que nos ha tocado malvivir es que no ha habido pretemporada, que tenía, al menos para los grandes equipos, aspectos positivos (el rendimiento económico, sin duda) y negativos (demasiados encuentros y kilómetros en pocos días). Entre aquellas concentraciones del Real Madrid en el hotel Arcipreste de Hita en Navacerrada para "respirar aire puro" y los partidos en tres continentes contra equipos de máximo nivel hay un mundo y muchos años de diferencia.

Es pronto para conclusiones y sentencias, pero algunas situaciones son las mismas del año pasado. Benzema es un grandísimo jugador, con un rendimiento excelente, pero no puede depender exclusivamente de él ese apartado de la clasificación en el que se lee: goles a favor. Y a pesar de los muchos que marca un defensa, el capitán Sergio Ramos, se necesita algo más. Es imprescindible una mayor aportación goleadora de Hazard, Rodrygo, Vinicius y de un delantero centro. En el primer partido de Liga en San Sebastián, con un 0-0 en el marcador y posesión de balón de los blancos en el primer tiempo sin ocasiones de gol, Zidane hizo cinco cambios y no sacó a ninguno de los dos arietes que tenía en el banquillo. Ayer, al revés, contra el Betis jugaron dos. Apostó por Jovic de inicio, sin que su cotización mejore, sustituido por Borja Mayoral, con más movilidad que el serbio. De todas formas, la confianza del míster en los tres delanteros centro, incluido Mariano, es manifiestamente mejorable. Concha Espina, tenemos un problema.

Mayoral sustituye a Jovic en el minuto 72.

Entre tantas malas noticias, hay alguna reconfortante. Hablo del debut de un futbolista en Primera con una edad en la que muy pocos permanecen en activo. Tenía que ser en Cádiz (cuantas coplas pendientes para cuando vuelva la magia de su Carnaval), donde Alberto Cifuentes (un beso a Cristina) nos ha hecho "sentir que es un soplo la vida, que cuarenta y un años no es nada…". Enhorabuena chaval.