Viñales y Mir aspiran a todo

El Mundial de MotoGP continúa con la locura imperante en este 2020, con el sexto ganador diferente en siete carreras, y con los tres primeros del campeonato metidos en un punto, pero esta vez la demencia tuvo protagonismo español, con una victoria de Maverick Viñales en Misano que rompió la sequía nacional en el presente curso, y con un triplete completado por Joan Mir y Pol Espargaró, que por primera vez se produce sin la presencia en el cajón de Marc Márquez o Jorge Lorenzo. Es más, Márquez ha estado en 19 de los 21 tripletes españoles, sólo ha faltado en el primero, en Japón 2012, y en este último, por su conocida lesión. Copar el podio sin la presencia del ilerdense anima al motociclismo español, que ha tardado siete grandes premios en estrenarse, pero lo ha hecho a lo grande.

El Gran Premio Tissot de la Emilia Romagna y la Riviera del Rimini, que vaya tela de nombre, dejó apretadísimo este extraño Mundial, que parece que ningún piloto quiere ganar, por la enorme alternancia. Andrea Dovizioso, que llegaba líder a la segunda cita de Misano, sigue al frente, pero su discreto octavo puesto sólo le permite aventajar en un punto a sus perseguidores, Fabio Quartararo y el propio Viñales. Poco más atrás, a cuatro puntos, emerge Mir, que todavía no se ha estrenado en lo más alto, pero ya suma tres podios y se ha metido de lleno en la lucha por el título. Esa es la otra gran noticia de este triplete mágico: Viñales y Mir aspiran a todo. Al de Yamaha le valdría con mejorar su regularidad, porque a su triunfo y sus dos segundas plazas suma un sexto, un décimo, un decimocuarto y una retirada. El de Suzuki, por su parte, lleva una de las líneas más coherentes de la parrilla, con dos segundos, un tercero, un cuarto y un quinto. Si no fuera por sus dos abandonos, ahora sería líder, con un pilotaje, además, de los que encandilan a la afición. Joan Mir apunta lejos.