Florentino quería a Bale; Zidane, no

Mourinho descarga al Madrid de Bale, al que Zidane no quería a su lado ni un minuto más. Desde luego, el tipo ha hecho lo suyo para hacerse insoportable, pero no deja de ser un pinchazo de Zidane no haber sabido sacarle de su ensimismamiento. Nunca fue un proyecto de Balón de Oro, como ilusoriamente se planteó Florentino, que con él pensaba que podría crearle una competencia interna a Cristiano. Pero sí es un jugador con zancada, gran disparo de izquierda y un cabeceo excelente. Una expectativa de gol en un equipo en el que desde que se marchó Cristiano se echa muy en falta. Hazard cerró el año con uno. Jovic, con dos.

Ahora Bale regresa al Tottenham, donde apareció para el gran fútbol. Yo aún recuerdo su primer partido en el Bernabéu, con los Spurs, de lateral izquierdo. Me pareció un prodigio. Al Madrid vino sin ser necesario. Desplazó a Di María (al que no mejoró y que ahí sigue, funcionando), marcó algunos goles espectaculares (inolvidables el de Mestalla ante el Barça y el de Kiev al Liverpool) pero fue a menos. En Gales juega donde le gusta, como electrón libre entre la media y la delantera, de banda a banda y tiro porque me toca. Eso en el Madrid no lo podía tener, se refugió en el golf y sólo rompía su aislamiento para algún gesto insolente.

Se había convertido en una hipoteca cuyo costo aún ha de verse cómo se reparten los dos clubes. Su marcha deja a Florentino defraudado, pero no con él, sino con Zidane, del que hubiera esperado más mano izquierda. Tampoco gusta en el club su desdén a Reguilón, que se va al Tottenham por cinco años, aunque con derecho de recompra los dos primeros, algo que se ha incluido con total indiferencia de Zidane, que no le tiene estima. Chocaron en el Castilla. Como Ceballos, sólo podría volver en un futuro sin Zidane. Hay cosas de éste que hacen torcer el gesto a Florentino, pero le respaldan tales títulos que se tiene que conformar.