Simeone y el Atleti se van a acordar de esta Champions

Pues no, no era ésta tampoco la Champions del Atleti. Entraba en lo razonable, pese a todo lo que se ha dicho, pero si tocaba caer no se esperaba que fuera así. El equipo eligió esa versión bisoña, la de no ganar ni un balón dividido, la de confiar en que en la segunda mitad todo irá mejor. En realidad sí lo fue —no mucho—, sobre todo porque entró João Félix, pero el regusto que queda, en el partido y en toda la temporada, no es nada agradable. La gesta de Anfield se queda en poca cosa cuando en el siguiente escalón no das la talla. Sin intensidad, sin autoridad...

El favoritismo, efectivamente, no sienta nada bien a los de Simeone. Era una de las incógnitas, si el equipo aceptaría por fin el papel de lobo, de grande, de candidato... Ni asumió ese rol ni se gustó en el suyo más habitual. Sólo João lo hizo. El benjamín, cerca de casa, sí se atrevió a liderar al equipo cuando nadie lo hacía, pero se vio solo y con poco tiempo. Otro drama en Lisboa, ciudad maldita, y no, no habrá muchas oportunidades como ésta. Simeone y los suyos van a tardar en olvidarlo...