Sarri, Zidane... Ganar la liga ya no basta

La Juve cayó ante el OL y cayó su entrenador, el malhumorado Sarri, que sentía las preguntas en la víspera como agresiones. Le sustituye Pirlo, reciente gloria de la entidad. Entrenador con levísima experiencia en la base del club. Sarri le había dado el scudetto a la Juve, pero está claro que ya con eso no basta. La Juve lleva ya nueve scudettos consecutivos y lo que quiere es la Champions. Les pasa lo mismo al Bayern y al PSG, campeones consuetudinarios en sus respectivos países. Esa falta de Champions fue el fracaso de Guardiola en el Bayern y el de Emery en el PSG. En Inglaterra, como hay cuatro al retortero, ganar la Premier todavía es algo.

¿Y en España? Al menos aquí, ganar LaLiga supone ganársela al 'Otro', pero ni eso compensa. Al Barça no le han saciado tantas ligas consecutivas porque el Madrid ganaba la Champions, y ahora que Zidane ha ganado LaLiga en loor de gloria resulta que cae en Champions y de repente le huelen los pies. El Profeta de ayer mismo ha perdido su túnica por sus errores (no prever la presión, insistir en Hazard, olvidar a Vinicius, ese triple cambio final con aires de ejercicio barato...) el día que menos se podían perdonar. Un día después a Setién le firmaban una prórroga de su sentencia fatal porque Messi metió un gol (o casi dos).

Dos goles fueron los que Cristiano no marcó para el Madrid, donde hubieran servido, y sí para la Juve, donde no sirvieron. En todo caso, lo que empieza a estar claro en que la liga ya no les sacia a ciertos clubes. Se ha quedado en premio de consolación, como antes la Copa. Son clubes arrebatados por la ilusión del título europeo, caídos en una especie de aporofobia que hace que se les hagan engorrosos sus campeonatos locales. De ahí esa conspiración permanente para montar una Liga Europea y dejar para las nacionales a su segundo equipo. El equipo de la Copa, para entendernos. Pero la pandemia se ha cruzado en sus planes.