La encrucijada de Antonio Conte

En Italia todavía nos preguntamos por qué Antonio Conte se desahogó contra su misma directiva tras la ilusionante victoria ante el Atalanta. ¿Quería más poder o buscaba la ruptura para liberarse y empezar otro periplo profesional? El resultado, de todos modos, es que su banquillo ahora mismo es menos solido que nunca, a pesar del buen segundo puesto conseguido en la Serie A. Su paso atrás de anteayer ("acepté un proyecto de tres años y lo daré todo para que sea ganador"), de momento, no ha servido para cancelar la tensión causada por sus entrevistas. El partido con el Getafe, tras lo ocurrido, se convierte en una encrucijada fundamental.

Con la clasificación, el entrenador aumentaría las posibilidades de dejarse definitivamente atrás la polémica y alargaría el "carro" sobre el que, según él, nadie quería subirse "cuando llegaban montañas de mierda". Los milaneses no ganan un título desde 2011: llevarse un trofeo internacional como la Europa League es un objetivo importantísimo, que convertiría el primer curso del italiano en algo excepcional. Si el Inter cae eliminado, en cambio, las voces que piden un despido del técnico a pesar de su buena temporada se harán todavía más fuertes. Hay quien cree que sus frases han dañado la imagen de la entidad y que el club no puede permitirlo. Allegri, mientras tanto, espera una llamada...