Llegó el momento. Iker Casillas se retira del fútbol en activo. 21 años se cumplían este septiembre de su debut. Se agolpan tantos recuerdos en mi cabeza difícil de ordenar. Nos conocimos en la vieja Ciudad Deportiva, subía embarrado de los entrenamientos, siempre con una sonrisa. Recuerdo la ilusión por el debut, sus sueños, sus ganas de triunfar y su humildad. La fama y los éxitos no cambiaron su manera de ser, tan normal, tan extraordinaria.

Y llegó la Copa de Europa, y las Ligas (ese paseo con el cochecito De la Cruz Roja por el Bernabéu) ...y cuando pasó de titular a suplente, en su primer momento deportivo duro. Recuerdo cómo lloraba la noche de Glasgow. De suplente a titular y a héroe de la noche. Otra noche para la historia, pero llegarían más.

Medio en broma medio en serio decía que cuando fuera capitán de España llegarían los títulos. Llegaron a lo grande. Sí, soy de las que opino que los penaltis a Italia en la Eurocopa de 2008 cambiaron la historia. Dos Eurocopas y un Mundial. Nos hicieron tan felices, nos regalaron el mejor momento de nuestras vidas. Gracias Iker por conseguirlo, gracias por regalarnos tanta felicidad.

Sigo pensando que el Madrid le despidió fatal, pero me alegra saber que las cosas están bien, que Florentino le ha apoyado en los momentos más duros de su vida y que la vida está para avanzar no para instalarse en el rencor. El Porto le dio vida por partida doble. Deportiva porque ha sido tan feliz allí, se ha sentido seguro, grande y querido. Y personal porque el doctor Puga, médico del club, le salvó la vida el 1 de mayo de 2019.

Iker será un ejemplo de vida para siempre. Un héroe para los españoles, una leyenda de la que todos estamos muy orgullosos. Se acaba su vida deportiva, sigue su vida personal con Sara, con Martín y con Lucas. Se apaga el deportista pero sigue el hombre. Estoy segura de que hará muchas cosas buenas por nuestro futbol, tiene madera, ganas y buenas ideas. Me siento muy orgullosa de conocerle y quererle. Para mí, pasen los años que pasen, será el ‘nene’. Una persona extraordinaria y un deportista magnífico. Gracias por tanto, gracias por todo.