El covid-19 había anulado todas las carreras programadas para esta corredora del equipo Columbia que tenía la máxima ilusión en correr su primer 100 millas, la UTMB, en el 2020. Ya se sabe lo que pasa, uno hace planes para que Dios se ría. Pero Claudia no se dio por vencida, posponiendo el imponente perfil del mont Blanc para el próximo año, decidió ponerse en forma durante el confinamiento y diseñar su propio reto, eso sí, un poco más cerca de casa: 360º Ripollès, 170 Km en 3 etapas diarias en las que superaría 6 picos, pasaría por 13 poblaciones y acumularía un desnivel de 10,000 metros.

Y así lo hizo, el 26 de junio salió de Ogassa y el 28 de junio llegó a Sant Joan de les Abadesses con el reto completado.

¿Cuál ha sido la etapa más dura?

Sin duda el primer día, rodé muy sola viendo en pocas ocasiones a la asistencia, iba muy justita de agua y además era la única parte de la ruta que no me conocía. Además, el 26 de Junio hacía mucho calor y el camino se extendía entre valles muy cerrados donde el viento casi ni se notaba. Y por si no fuera suficiente, se me descuadraron los cálculos y en vez de 67 Km tuve que correr 7 más de propina hasta los 74 Km. Lo cierto es que tuve bajones en todas las etapas..., pero los gestioné bien.

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¿Y cuál la más gratificante?

La segunda, era sábado, corrí por lugares populares para el senderismo como Vallet o L'Olla de Núria y me encontré mucha gente en el camino que me daba ánimos. Además, amigos y familiares ya se situaron en puntos estratégicos para llevarme agua. Y el último día, en Sant Joan, me hicieron un gran recibimiento.

¿Cabía la posibilidad de pasar una noche en la montaña?

Planifique con cuidado las jornadas para correr con horas de luz, y tener un colchón de tiempo para llegar al avituallamiento sin agobiarme. No conocía muchos caminos y prefería que no me cogiese la oscuridad en plena montaña.

 ¿Tenias planificada la ruta al mm o ibas improvisando tus esfuerzos según te encontrabas física y mentalmente?

Todo lo tenía planeado. Dónde dormir, dónde se tendería la asistencia, a qué picos debería llevarme el agua. La ruta la diseñé con mapas, utilizando wikiloc y enlazando tracks. Pero debido al confinamiento y a la tormenta Gloria, muchos senderos quedaron cubiertos, lo que me hizo perder tiempo. A veces pensaba que estaba fuera del track o que no lo había marcado bien en el GPS, pero al final era que los caminos estaban sucios.

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¿Qué equipación llevabas? ¿Qué pieza de tu equipo te ha dado mayor rendimiento?

Calzaba las zapatillas Trans Alps FTK, camisetas run Columbia, pantalón Titan y el impermeable y la piel de ángel por si el tiempo cambiaba. La verdad que lo mejor fue la ropa que no me hizo ninguna rozadura a lo largo de los 192 km. Para descansar en la furgoneta me llevé sudaderas Columbia y las mallas largas para que mis piernas descansaran más.

¿Cuál es tu próximo reto?

Esperamos que todo vuelva un poco a la normalidad, en principio, el próximo 19 de Julio ya haré mi primera carrera oficial postconfinamiento que será OTSO Travessa D'encamp en Andorra será la primera carrera después de trans Gran Canaria, la cual fue la primera de la temporada.