Estados Unidos inspira poca confianza

Estados Unidos bate prácticamente a diario su récord de contagios por coronavirus. Ya ha superado los 50.000 por jornada, para un total cercano a los tres millones. “Y no me sorprendería que llegáramos a los 100.000 al día”, anticipa Anthony Fauci, el epidemiólogo que lidera el equipo de Donald Trump, que también admite con crudeza que la pandemia “no está bajo control”. Los deportistas no se escapan de estas cifras y últimamente no hay fecha en la que alguno de ellos aparezca en los titulares por una infección. Entre los nombres incorporados a la lista recientemente figura el de una española, Carlota Ciganda, que se encuentra aislada en Arizona. Cada deporte que regresa a la actividad protagoniza algún caso: lo hemos visto en el PGA de golf, en la UFC, en la Nascar… También en el tenis, con el positivo de Frances Tiafoe. Y en el seno de la NBA, que ya ha cerrado las instalaciones de siete equipos por diferentes contagios. El baloncesto americano se dispone a retornar el 30 de junio en Walt Disney World, a pesar de que un 7% de los jugadores están afectados por el virus. La duda no ofende.

Los datos de EE UU no inspiran confianza al exterior para la reactivación del deporte, cuando en el horizonte se otean grandes eventos: NBA, PGA Championship, US Open, Ryder Cup… Uno de los que más preocupan, desde la perspectiva europea, es el Grand Slam. Si bien es cierto que la situación de Nueva York ha mejorado bastante, el escenario estadounidense aún produce recelos. Henri Leconte opina que debería ser cancelado, apoyado en un runrún que sitúa a varios jugadores fuera de Flushing Meadows por precaución o temor. Esa incertidumbre apunta a Rafa Nadal. La confirmación de su presencia en Madrid, en la semana siguiente del US Open, alimenta aún más esa incógnita. Por si acaso, la ATP ha remodelado la normativa de los rankings. Para que nadie se sienta obligado.