Leones de piel blanca

Triunfo de campeón. Sin especular, sin hacer cuentas ni cábalas, sin esperar a lo que ocurriese horas después en Vila-real... El Madrid se presentó en La Catedral para romper el silencio de las gradas vacías con un triunfo digno del futuro campeón de Liga. Zidane ha metido en vena a su plantilla el discurso del alirón y es fascinante la disciplina, mental y física, de este equipo granítico y sin fisuras. El Madrid no gana por el VAR. Gana porque como dijo el gran Alfredo Di Stéfano, que el sábado hubiese cumplido 94 años, “ningún jugador es tan bueno como todos juntos”. El recital solidario que ofreció el equipo es para enmarcar. Hasta Luka Modric, a sus 34 años, dio un cursillo de cómo debe jugar un centrocampista moderno. Movilidad posicional, control de juego, ida y vuelta, repliegue en la ayuda para la segunda línea del rival, templanza en la posesión, último pase... Si el croata carbura, los demás acompañan su violín con gusto. Y mira que no estaba Varane atrás, y que Hazard sigue en boxes sin que sepamos si el problema son los neumáticos o el motor. Pero cuando un reloj tiene precisión suiza el problema no es el revestimiento de la cuerda. Que yo recuerde, Raúl García aparecía en racha y Williams es una pesadilla para las zagas enemigas. Hasta hoy. Militao despejó las dudas (empezando por mí) con un partidazo de 10. Le hizo un corte a Williams en una contra que dejó al bilbaíno sin ánimo para más aventuras. Y Raúl García bastante tenía con vérselas con Ramos, que es una pesadilla para los delanteros... y los porteros rivales. El capitán se ha convertido, con honores, en el Señor de las dos Áreas.

Mensajes. Zidane sigue siendo el eje de este éxito, al que sólo falta ponerle fecha en el calendario que resta para celebrar el título 34. El francés envió un mensaje a Kroos dejándole en el banquillo en beneficio de Valverde. Para partidos de pierna fuerte, prefiere al uruguayo junto a Casemiro. Y otro mensajito, más duro y directo, a Bale. Esta vez Rodrygo y Asensio (¡Marco estuvo espléndido en su primera titularidad tras su regreso!) estuvieron por delante de él en el once. Y encima sus relevos fueron Vinicius y Lucas, que reaparecía tras su lesión. Me da que Zizou hasta pondría antes a Brahim que al galés. Y lo veo justo. Aquí no juega el que tiene la ficha más alta de la plantilla ni el mejor currículo en las finales, sino el que día a día muestra mayor amor y respeto por este escudo sagrado.

El ‘capi’ no falla. Otra vez el camero en los 11 metros. Otra vez ante la responsabilidad de llenar su mochila de momentos decisivos en la búsqueda del objetivo final. A él eso le pone. A Ramos le excita la responsabilidad, sentirse el jefe de la tribu, abanderar como Leónidas el ataque corajudo contra los persas olvidándose de pronósticos y vaticinios fatalistas. Ramos es el líder y por eso tiró el penalti con la seguridad del que sabe que la va a enchufar, como Michael Jordan en Utah con aquella canasta mágica que le dio a los Bulls su sexto anillo. Ya lleva 10 goles en esta Liga, un registro increíble para un central. Y claro que pisó sin querer a Raúl García. Pero Sergio no tiene retrovisores en sus orejas. Ni le vio. Si pitamos penaltis por acciones así nos cargamos el fútbol. Además, el delantero del Athletic estaba en fuera de juego. No haré más preguntas, señoría.

Sin confianzas. Esto está cada vez más cerca. La ‘Liga del Confinamiento’ tiene un dueño cada vez más previsible, pero me agarro a la meditada timidez de Zinedine. Quedan 12 puntos por jugarse y nadie te va a regalar nada. El Alavés (viernes, 10) necesita asegurarse la permanencia. El Granada (lunes, 13) aspira a la Europa League. El Villarreal (jueves, 16) necesita ganar para meterse en la Champions. Sólo el Leganés podría recibir descendido al Madrid el último día. Esto pinta de cine.