Ganar al Alavés para dejar de sufrir

La visita del Alavés será la cuarta oportunidad que se la presenta al Valladolid para dejar literalmente sellada la permanencia un año más en Primera. Ante el Celta se mereció perder, ante el Getafe se mejoró la imagen y se logró empatar y ante el Levante se firmó una gran segunda parte en la falta de acierto de cara al gol le privó a los pucelanos de haber dado el salto tan buscado y necesario en la clasificación. Pero los números siguen demostrando que el conjunto de Sergio no consigue sacar el provecho esperado que se le supone al equipo que ejerce como local. Las victorias llegan con cuentagotas y por eso, cuando quedan cinco jornadas para el final, hay que seguir mirando hacia atrás.

Hace falta una victoria para dejar de sufrir, independientemente de lo que pueda llegar a hacer el Mallorca de aquí al final. Y no lo pondrá fácil el Alavés, que llega en caída libre y con su entrenador pendiendo de un hilo. Por eso el Valladolid debe salir con mucho cuidado al partido pero con toda la ambición para busca la victoria salvadora. Sergio habla a veces de las prisas por salvarse mientras el equipo sigue sumando y pasó a paso se acerca al objetivo. Pero esa prisa del entorno, es normal. La afición necesita una temporada en la que pueda disfrutar de los últimos partidos sin presión y sin el miedo a bajar. No es mucho pedir poder respirar cuanto antes, aunque hay que entender que el equipo hace lo que puede y está rindiendo a buen nivel en casi la totalidad de los partidos. Mis cuentas, las de la justicia futbolística, le quitarían al Valladolid el punto del Celta y le darían uno de Madrid y dos más de los partidos ante Sevilla y Levante. En total, por merecimientos los blanquivioletas deberían tener cuarenta puntos y estar virtualmente salvados.

Pero la realidad es otra, porque Unal falló un penalti, porque Vaclik paró lo imposible a Alcaraz y porque Caro salió a por uvas a destiempo en Madrid. Así que nos vemos con 36 puntos en una situación buena ante un rival que se juega también mucho y que se teme lo peor si pierde en Zorrilla. Esperemos que la justicia futbolística y la divina se conjuren para que llegue el triunfo que evite el sufrimiento final. En cualquier caso, las sensaciones del equipo son buenas. Jugadores como Hervías, Waldo o Antoñito se han sumado a la causa en esta recta final a los más habituales. No hay razones pues para pensar que los puntos no seguirán cayendo de aquí al final, pero cuanto antes mejor.