Benzema, director de orquesta


Karim sigue de dulce. A pesar de lo incómodo que es un rival como el Getafe, que no te deja entrar nunca en un ritmo cómodo de partido donde poder construir las jugadas de ataque con paciencia, que obliga a los delanteros rivales a jugar de espaldas de forma constante o a atacar la espalda de la defensa si quieres generarte alguna situación favorable, Benzema se las ingenió para ser definitivo. En la segunda mitad, a medida que el ritmo de los de Bordalás disminuía y empezaban a aparecer los espacios entre líneas, la figura del francés iba creciendo.

La entrada de Asensio y Rodrygo le aportó amplitud al equipo, pero fue Carvajal, tras otro pase al primer contacto repleto de talento de Benzema, el que forzó el penalti que terminó por darle los tres puntos al Real Madrid. Tres puntos de oro de cara a conseguir el título de Liga.