Otro camino para el mismo final

De la sábana al hilo. El Espanyol cayó de pie en San Sebastián. Se adelantó y resistió, con un buen compromiso, quizás lo mínimo que se le exige a cualquier equipo. Pero no les fue suficiente para seguir agarrados a ese hilo que les sujeta a Primera. No es un sábana, es ahora mismo una cuerda destartalada y fina como una aguja. Da igual la versión que ofrezca el equipo, si juega con dos delanteros o un mediapunta, si lo hacen los fichajes de verano o los chavales del filial, el destino es el mismo, como un libro que tu decides el camino para acabar en el mismo final.

Tozuda realidad. Si el Espanyol de Gallego fue un equipo indefinido, vulnerable y atascado; el de Machín tuvo menos cintura que un bloque de hormigón o el de Abelardo alternó partidos épicos con deslices de época, Rufete en sus dos encuentros ha intentado crear un Espanyol más competitivo, implicado, pero sin eficacia. El equipo perico ha aceptado su sino, que es jugar en Segunda, y es cierto que sale al campo más liberado y solidario, con ganas de disfrutar de los últimos cinco minutos de esta atracción que es Primera, pero siempre se acaba topando con su triste y tozuda realidad.

Esa derecha. Rufete también construye otra realidad en el Espanyol. El técnico tiró de cantera en vez de recurrir a algunos de sus fichajes. De esta manera, Nico Melamed fue titular por primera vez y Víctor Gómez repitió en la derecha y supera a Javi López en partidos este curso. Poca trascendencia del primero, que jugó 45 minutos sin excesivo protagonismo. La cantera asegura implicación, pero los jugadores necesitan madurar como las frutas. Un ejemplo es Víctor Gómez, a quien Oyarzábal le gana la espalda en el 1-1 como lo pasó en el 1-0 anulado por el VAR. Errores así te pueden costar partidos. El joven lateral salió nuevamente en la fotografgía del 2-1. Una posición, la de lateral derecho, inestable una temporada más.

Los goles. El ímpetu de David López en las acciones de balón parado le vale para ser el pichichi del Espanyol junto a Wu Lei y RdT. Un dato terrorírico, no por el capitán perico, sino por la poca productividad del ataque, sin duda el talón de Aquiles de un Espanyol que vivió de los goles de Borja Iglesias el curso pasado y de los de Gerard Moreno anteriormente. Los goles pericos los marca el de Santa Perpetua con la camiseta amarilla cada semana. El cava en el Espanyol ya ha caducado en un curso para olvidar y tomar nota.