Aquí un serio aviso: se lo cree el Athletic

Garitano puso en liza en Mestalla su once fetiche. Sexta vez que salían los jugadores que más confianza le dan. Pero introdujo un matiz: varió tres piezas en el frente ofensivo y luego optó por el 4-4-2. Ante un Voro que bastante tiene con apagar los incendios que se desatan cada poco tiempo en el Valencia, el técnico deriotarra taponó las bandas ches con Córdoba y un incansable Muniain. Raúl García se asoció al principio con Unai López en la medular, mientras Dani García barría todo lo que llegaba cerca de los centrales. La plantilla se movió como una orquesta. El Athletic realizó su mejor partido a domicilio de la temporada, junto con el de Valladolid, ante un rival de mucho más pedigrí. Es un equipo con la flecha para arriba, algo que no pueden decir Real ni el propio Valencia. El Granada le pisa los pies en cuanto a esas dulces sensaciones. Esta vez dio una versión desconocida, ambiciosísima. Con 0-1 fue por el segundo y luego por el tercero.

Eso sí, a veces corrió más de la cuenta en esa faceta tan codiciosa. Fue insaciable para recuperar y esta vez, junto con las virtudes de siempre en defensa, exhibió una presión alta que dibujó a lobos en busca de Europa. A este nivel, que tiemble el Madrid el domingo. Raúl, a sus casi 34 años (los cumple en nueve días), tiene ya su mejor registro goleador en una Liga de toda su carrera: 13. La final de Copa puede esperar. Hay que centrarse en el prometedor presente.