Los 'padres' de La Quinta del Buitre

Me pasa a menudo con los más jóvenes, fascinados por lo que hicieron, pero sin estar muy duchos en la materia castillista: "Roncero ¡Qué grande nuestro Castilla de la Quinta del Buitre! Hasta jugaron una final de Copa y también la Recopa". "Error", les digo haciéndome el importante. Aunque Butragueño, Míchel, Sanchís y Martín Vázquez lideraron con su talento y personalidad la mejor generación de futbolistas salida de La Fábrica, los jóvenes deben saber que el Castilla de Juanjo fue el que obró el milagro de los panes y los peces con unos chavales osados, con menos talento individual y puede que menos carisma, pero con un orgullo de camiseta y una fe en ellos mismos que les convirtió en un rodillo para los equipos que esos años le discutían las Ligas y el pan al Madrid: Athletic de Bilbao, Real Sociedad y Sporting de Gijón.

De hecho, de ese Castilla en realidad sólo salieron cuatro jugadores para el primer equipo: Agustín, Ricardo Gallego, Pineda y Chendo. Y no olviden que Chendo era el suplente del lateral Juanito (que luego triunfó en el Rayo Vallecano y ahora es un médico reputado en Toledo). Castañeda triunfó en Pamplona, Agustín viaja a las peñas, Casimiro disfruta del Mediterráneo en Torrevieja... Lo intentaron, pero casi ninguno, aparte de los citados, hizo gran carrera en el fútbol. Pero sólo ellos pueden presumir de haber logrado que un filial juegue una final de Copa y que disputase una competición europea. SÓLO ELLOS.

La Quinta del Buitre se apuntó un tercer logro al ganar la Liga en Segunda en 1984. Y luego con el primer equipo hilaron otras cinco seguidas. Pero el otro Castilla, morado y guerrero, hizo soñar a este servidor cuando tenía 15 añitos. Me demostraron que el escudo del Madrid te hace volar en cualquier categoría. Yo guardo un pin del Castilla. El del 80. Caviar.