Carta abierta a Gareth Bale

Querido Gareth, llevas un montón de años en España y todavía no le has cogido el tranquillo al tema. La gente no te critica porque te guste el golf, te critica porque alguna vez estando lesionado te has ido a echar unos hoyos, que es distinto. Te critica porque esta temporada se te ha visto más vacilando con los palos que echándole una mano a tus colegas en el campo. Te critica porque da la sensación de que, siendo de cristal, los giros de espalda y los movimientos del golf no parecen lo mejor para tu maltrecho físico. La comparación con Curry no te hace bien. Si tú jugaras unas bolas cada mañana de partido y luego dieras el do de pecho en el césped tendrías a la afición comiendo de tu mano.

El problema es que sacas brillo a los palos y luego te vas del campo antes de que termine el choque de turno y sin tiempo de bajar a la caseta a despedirte. Es verdad que apareces en fotografías para la Historia del Club, tan cierto como que si muchos de tus compañeros hubieran tenido tus reticencias a la hora de saltar al campo ante el mínimo dolor, el entrenador de turno las habría pasado canutas para hacer un once cada semana. Es una pena que teniéndolo todo de cara para haberte metido en el bolsillo al madridismo huérfano de Cristiano te hayas conformado con cobrar a fin de mes. Esa es la crítica, aunque si tú y tu confundido entorno queréis seguir viviendo en una nube estáis en vuestro perfecto derecho. Dinero y tiempo os sobran.