Ronaldinho y aquellos falsos oriundos

Encerrado mientras pasa el ‘Ángel Exterminador’ me dio por pensar en Ronaldinho, que no está en su casa, sino en una cárcel paraguaya. Le dio por entrar allí con pasaporte paraguayo falso, qué ocurrencia. El brasileño lo tiene retirado por ‘descuidos’ previos. Que tenga el paraguayo me recuerda a los falsos oriundos, cuando había allí una próspera industria del ramo que se ve que sigue. Aguirre Suárez, argentino, nos vino como paraguayo. Y allí surgió un Martínez que fungió de padre español de Carlos ‘Martínez’ Diarte, Diomedes ‘Martínez’ Cabrera y Luis Óscar ‘Martínez’ Leguizamón. Tres hermanos que no se conocían hasta llegar aquí.

Un cámara me contó una peripecia con Ronaldinho. Le solicitaron un reportaje para Canal + y les citó para tal día para el entrenamiento. No se presentó. Los responsables del Barça le dijeron que estaba malo, pero que les recibiría en su casa. Les dio la dirección y allí fueron. Empezó la entrevista cuando aún tenía aire somnoliento. En eso, su hermano Roberto de Asís le avisó: “Es la hora”. Él pidió perdón por la interrupción, se asomó a la terraza y saludó a un grupo de japoneses. Roberto de Asís tenía concertada una cantidad con un operador de turismo para que en la visita a Barcelona pudieran ver la casa de Ronaldinho y recibir su saludo.

Esa forma de ir por la vida, rastrillando cualquier perra y de paso eludiendo a Hacienda no es tan común entre los futbolistas como en general se cree, pero algunos hay. Como abundan los asesores-agentes-consejeros, a veces el propio hermano, sin formación ni prudencia, sin más valor que su audacia. Sólo una cadena de errores pertinaz explica que este glorioso jugador, que es de anteayer, no de tiempo remoto, esté ahora sin blanca, con sus bienes embargados, el pasaporte retirado y en una cárcel de Paraguay. Desde luego le deseo lo mejor. Fue muy bueno para el fútbol. Si hablo del caso es porque puede aleccionar a muchos.