DeYoutube al cielo

Ahora los actores se lucen en Netflix y no en cines, los cantantes se miden en Spotify y no en ventas e Instagram vale más que la mejor agencia de comunicación. Formatos nuevos para personajes nuevos: de los que son más habituales en las tendencias de YouTube que en los informativos de La 1.

Autor: Iván Cordovilla
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Iván Cordovilla Twitter

DE YOUTUBE AL CIELO | RAYDEN

Mi sueño es hacer el himno de la Decimocuarta del Madrid

Rayden (David Martínez; Alcalá de Henares, 1985) presenta este viernes Itaboy!, junto a SFDK, una nueva canción para su "Banda Sonora Adaptada" de La Casa de Papel.

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(A continuación, el artículo que resume la historia de David Martínez, escrito por por Iván Cordovilla pero con las expresiones, letras y frases textuales que el protagonista dejó en la entrevista que concedió a AS en la tienda de vinilos Marilians Records)

 

El Madrid no iba a tener a Cristiano toda la vida. Nunca será siempre y ese gol suyo con el que siempre contábamos en la Champions, unas eliminatorias que empezaban 1-0 a favor, no lo tendremos en Mánchester. Pero yo creo que remontamos, el punto de inflexión fue el Clásico. Aunque para la música sí lo tengo muy claro y prefiero tener mi carrera en solitario, mis inquietudes así me lo exigen. Con Cristiano iba por meses. Tenía cosas buenas y otras no tan buenas, ves cómo juega el equipo sin él, a Benzema… pero no tienes ese nivel de realización.

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FUTBOL 20

Rayden durante la entrevista.

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Rayden durante la entrevista.

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Rayden durante la entrevista.

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Rayden durante la entrevista.

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Rayden durante la entrevista.

FUTBOL 20

Rayden durante la entrevista.

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Rayden durante la entrevista.

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Rayden durante la entrevista.

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Estar dentro de un grupo, como cuando hacíamos A3Bandas o Crew Cuervos, te da menos quebraderos de cabeza y menos foco. Eso le pasaba a Karim, a él tampoco le gusta la fama, pero ahora la aceptamos como un peaje. Mi carrera también ha cambiado y, quizá, ha evolucionado como la de Benzema. Siendo un sub-21 estaba sólo ante el micrófono, con toda la responsabilidad sobre mis hombros en las Batallas de Gallos. No me fue mal, gané la Internacional de 2006, y a él mucho menos. Pero yo estuve al servicio de un grupo mucho menos tiempo y en 2010 ya saqué mi primer disco en solitario.

A partir de ahí ha sido un viaje, en mi línea, torcida, pero siempre hacia dentro de mí. Ahora trato de hilar más fino, no me gusta tratar de imbécil a la gente (si son imbéciles que lo demuestren ellos, como los haters de Isco, que al final acaban por dar la mano), sino vestirlo con elegancia aunque sea para cagarme en quien sea. Reflexionar a los estímulos y no cantar sobre ellos directamente. En mis primeros discos era más explícito y tenía miedo a salirme de lo que era ortodoxo en el rap de esa época, aunque cuando me atrevía en solitario tenía un estilo lógico viéndome ahora mismo. Si en ese momento hubiese sabido que podía hacer lo que hago ahora, lo habría hecho antes. Entiendo que a la gente le choque mi cambio, tiene que ser raro cuando crees que un artista te habla a ti, y que te sientes tan identificado con él, crece tanto que deja de ser tuyo. Eso es un tesoro, pensabas que eras especial y de repente empiezas a ser uno de tantos fans suyos. Como cuando descubres a un canterano que te gusta muchísimo, que no conoce nadie, y acaba siendo el ídolo de la afición.

El cambio de la música urbana la asemejo al crecimiento de un chaval. El rap en 2005 tenía veinte años y todos hacíamos lo mismo, como cuando ves a un grupo de adolescentes en el que todos visten igual. Yo también he cambiado porque han pasado muchos años. Ahora soy padre y se ven las cosas de distinta manera. Nunca he pensado que un cantante tenga que tener cierta responsabilidad social, por muy joven que sea su público, pero el fútbol sí. Sobre todo por el nivel de fanatismo que tiene. Pones un partido y mi hijo ve “apuesta-apuesta-apuesta, gana-gana-gana, gasta-gasta-gasta” constantemente. Lo acaban viendo normal, pero no lo es, es una droga y dentro de treinta años estos niveles de publicidad los veremos como una locura. Yo mismo he rechazado participar en campañas publicitarias de apuestas y creo que los clubes deberían hacer lo mismo, no solo la Real Sociedad. Ellos tienen una responsabilidad porque vas a cualquier lugar del mundo y ves a alguien con la camiseta del Barcelona o el Madrid.

Por supuesto, como aficionado al fútbol soy parte de esa hipocresía animando a un club que patrocina una compañía de aerolíneas que luego financia organizaciones yihadistas. Tengo una pelea constante con el fútbol, y mira que tengo amigos futbolistas. Porque tengo una parte forofa, viendo al Madrid me vuelvo idiota. Pero la parte reflexiva piensa y dice: esto no debería ser así. Todo lo que está mal del envoltorio es lo que la gente está dispuesta a pagar.

Con respecto a lo que aceptamos por un producto o no, con algunos cantantes nos toca reconocer artistas que no hacen sus ritmos, que no escriben sus canciones, y que aun así tienen mucho mérito. Pero creo que no tanto como los que somos creadores de todo el proceso. A ellos los veo como mercenarios, con un talento enorme en su voz, pero como escuchante, que no oyente, me chirría cuando sé que la letra no se adecúa a la personalidad de la voz que lo interpreta. Para mí es importante y yo soy más de escribir mis propios sentimientos. Incluso aunque no sea para cantarlos, tengo varios libros y los intento diferenciar de mis canciones. Poesía y música son mellizos a los que les enrabietan que les digan gemelos.

Yo creo que por mucho que haya podido cambiar mi música, tanto el Rayden (perdón, David) de antes como el de ahora se identificaría con Isco en el campo. A él le haría una canción, o a Vinicius. A uno de mis mejores amigos le bromeamos diciendo que es como él, porque todo lo hace bien pero siempre le falta meterla. Aunque mi sueño es que el Madrid gane la Champions y me llamen para hacer el himno. Por qué no, en la vida hay flor, siempre hay flor. Aunque no creo que sea la base de Zidane. Vaya ídolo, él sí supo irse en lo más alto. Y no siempre es fácil echarse a un lado cuando las piernas no te dan. Es algo natural, pasan los años y le ocurrirá a Marcelo, Ramos o Modric, pero a nivel de club hay que tratar bien a la gente que ha dado todo por esta camiseta. Ser agradecido. Es como una relación, hay veces que lo dejas porque es lo mejor para todos, pero eso no quiere decir que tenga que haber mal rollo. No soy viuda de ningún jugador, tampoco de Cristiano, como muchos aficionados cuando le vieron en el palco el día del City. Pero el que sí que me despierta alegría es Doncic. Es el punto de unión del madridismo. Es despertarte cada día, mirar el móvil, ver todas las noticias tristes del mundo y la exhibición de Lukita.