La transformación de Gattuso. El excentrocampista del Milan llegó a Nápoles con el objetivo de apagar el incendio entre la propiedad del club y un vestuario declarado en rebeldía. Con él han mejorado los resultados y ha vuelto la calma, algo sorprendente teniendo en cuenta que siempre se le había atribuido un carácter volcánico, más cercano al conflicto que a la conciliación. No es la única sorpresa que nos ha dejado el Gattuso entrenador en San Paolo: está apostando por un fútbol asociativo en el que priman las cualidades técnicas, hasta el punto de haber cambiado de portero con el pretexto de que Ospina es mejor con los pies que Meret, una de las grandes esperanzas italianas bajo palos.

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4-3-3 con libertad para Fabián y Zielinski. La posición en la que más insistió el Nápoles en el mercado de invierno fue la del medio centro. Firmó a Lobotka y a Diego Demme, un pivote ex del Leipzig tácticamente muy inteligente. Por ahora el alemán se está imponiendo, y su rigor posicional está permitiendo que se descuelguen con mucho peligro los dos interiores, Zielinski y Fabián. El español viene de marcar un golazo en la victoria en Brescia (1-2) con su acción favorita: recepción en tres cuartos de campo algo orientado a la derecha y disparo a pierna cambiada buscando el ángulo contrario. El polaco aparece más en posiciones de remate como llegador puro.

Un ataque dinámico. Aunque ha actuado en varios partidos con Milik como referencia más fija, el belga Mertens ha sido titular en los tres últimos y se perfila como acompañante de Insigne y Callejón en el tridente. Su inclusión le agrega más imprevisibilidad al cuadro partenopeo, ya que se trata de un antiguo extremo o incluso mediapunta reconvertido en falso nueve. Sale mucho del área para entrar en contacto con la pelota y liberar espacios para que los ataquen con potencia Callejón, tirando diagonales desde la derecha, o Zielinski, por el carril central. Insigne, por su parte, es el futbolista con más desborde y uno contra uno de la plantilla. Semedo puede sufrir mucho ante sus constantes amagues y cambios de ritmo.

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Varios revulsivos. Además del mencionado Milik, Gattuso dispondrá de muchas opciones en el banquillo para intentar agitar el partido si el contexto le reclama modificaciones ofensivas. El mexicano Lozano posee desequilibrio y velocidad; Politano, recién fichado del Inter, es muy preciso en el golpeo con la pierna izquierda; y el macedonio Elmas se asocia bien y ayuda a generar superioridades por dentro.

Una defensa con menos nivel. Los problemas físicos de Koulibaly son dramáticos para el Nápoles. El senegalés es, junto a Manolas, su bastión defensivo, y su suplente Maksimovic aporta menos fiabilidad. También ofrece dudas el rendimiento de Mario Rui en el lateral izquierdo, ya que es mejor atacando que conteniendo. En la derecha, Gennaro Di Lorenzo es una de las revelaciones de la temporada, llegando incluso a debutar con la selección absoluta, pero a sus 26 años va a disputar su primera eliminatoria de la Champions, con lo que puede pesarle la inexperiencia a este nivel.